domingo, 1 de enero de 2012

LADRILLEROS DE MI BARRIO

fig. 1.- fabricación artesanal del ladrillo
fig. 2.-fogoneros tirando haces de leña a la caldera
 Con este artículo quiero rendir homenaje a las personas de mi barrio que en la segunda mitad del siglo XX, entre los años 60 y 70, se dedicaron a la fabricación de ladrillos artesanos con el mismo sistema que lo hicieran nuestros antepasados siglos atrás, barranqueros cortadores, leñadores, arrieros, cargadores y cocedores, entre ellos mi bisabuelo Manuel Gutiérrez Melgarejo, propietario del "Horno del Aceitunero", mi abuelo Andrés Martínez, barranquero y mis tíos y primos cortadores, cargadores y cocedores de ladrillos.
Allá por los años 60 del siglo pasado, en un barrio coriano  enclavado en el Prado de la Soledad, en terrenos dejados del río Guadalquivir  y del arrollo del Repudio, rico en tierras arcillosas, convivíamos los vecinos con los hornos y los ladrilleros, mayoritariamente pertenecientes a este barrio.
Fig. 3.- horno del Aceitunero
Por enumerar existían ocho hornos, el del "Aceitunero" en la calle Huerto y parte de la calle Betis, el del "Matao" y el "Pi" en la calle Hornos nunca mejor denominada, el de la "Mora" entre calle Tinajerias y carretera de La Puebla y ya entre la carretera y el río, el de Antúnez, Pajilla, el Guapo y el Canalero, en los terrenos llamados el Canjilón y un poco más allá, tocando los montes de La Puebla, estaba la ladrillera de la "Tirabeca" (Fig. 4) con un sistema de cochura distinto. Recuerdo las tardes que el humo de los hornos invadían nuestras calles con un olor a pino y eucalipto que era mayoritariamente la leña con la que se cocían los ladrillos, aunque también se utilizaban ramas de jara y orujo de las aceitunas, estas ramas se transportaban desde los pinares y eucaplitales en carros muy parecidos a las carretas que se utilizan para la romería del Rocío, de hecho, la hermandad rociera conserva algunos adaptado al enganche de bueyes. La leña que venía en haces se depositaba en la parte del foso del horno delante de la puerta de la caldera y recibía el nombre de gachífa, desde arriba la persona llamada garabato echaba los haces de leña y los cocedores los lanzaban al fuego durante el tiempo que duraba la cochura de veinte a veinticuatro horas, tengo que apuntar que debido a la leña los vecinos del barrio recibíamos visitas no deseadas como culebras o alacranes.
Fig. 4.- Ladrillera
La tierra para el barro lo suministraban los barranqueros no a más de cien o doscientos metros del horno y lo transportaban en serones cargados por burros, una vez en el lugar de destino se hacían pilas mezclando la arcilla con cascarilla de arroz y agua, amasada con azadón y con los pies descalzos hasta darle la plasticidad deseada, ya preparado el barro era la labor de los cortadores que agachados en cuclillas ponían la gavera sobre arena extendida en el suelo y echaban la masa sobre el molde alisándola con agua del albañal que siempre lo lleva a su lado (Fg. 1).
Se fabricaban tres tipos de ladrillos el taco con una medida de 0,22x0,11 centímetros y un grosor de 0,4 centímetros, el contrata 0,22x0,11 centímetros y un grosor de 0,3 centímetros y el coriano más fino que los demás con un grosor de 0,2 centímetros y de la misma medida, éste se utilizaba normalmente para suelos. Una vez el ladrillo duro se canteaba de dos en dos es decir se levantaban para facilitar su secado, después se apilaban y ya era labor de los cargadores de introducirlos en el horno que podían cocer algunos hasta cien millares, la puerta del horno se sellaba con ladrillos crudos, se llamaba estaquillado y se cubría con barro y paja para evitar que el calor agrietara éste. Ya el horno cargado y cerrado intervenían los cocedores manteniendo el fuego en la caldera el tiempo de cochura, cada veinte minutos metían una calda (Fig 2) una vez transcurrido este tiempo se apagaba el fuego hasta que se obtenía el cisco carbón y se y se dejaba enfriar una cuarenta y ocho horas es decir dos días, en la cual se rompía la puerta poco a poco para que saliera la flama y se descargaba el horno para poner el ladrilla a la venta (Fig 3).
Con este mismo sistema se fabricaban en Coria tinajas y canales, es decir (tejas árabes), todavía hay en funcionamiento algunos hornos de ladrillos en nuestra localidad, en la margen izquierda del río con la misma forma de trabajo pero adaptándoles maquinarias modernas en la carga y en el transporte de los materiales.

Albañal: recipiente de agua que utilizan los cortadores.
Arrieros: los que transportaban la leña en carros tirados por mulos.
Barranqueros: persona que se dedicaban a sacar la tierra para hacer el barro formando barrancos.
Calda: echar en la caldera haces de leña cada veinte minutos.
Cargadores: los que cargan el horno de ladrillos crudos.
Cocedores: los que alimentan al horno de leña hasta la terminación de la cochura de ladrillos.
Estaquillado: hacer un muro con ladrillos crudos de canto.
Gavera: molde para hacer los ladrillos.
Garabato: el que lanza los haces de leña a la gachifa.
Leñadores: los que cortan leña para alimentar el horno.
Serones: especie de doble espuerta para cargar en los burros.

Fernando Rodríguez Martínez
articulo publicado en la revista de la Romería de San Lucas en octubre de 2007






     

2 comentarios:

  1. Gracias por este artículo, me ha traído innumerables recuerdos en el tejar de mi familia. Gracias.

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  2. Estoy restaurando una casa que tiene un arco tranquil de ladrillo coriano. ¿Me podría dar alguna orientación de cómo limpiarlo y protegerlo? Muchas gracias

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